¿Qué es la EPOC?

La EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) no es una única enfermedad, sino que bajo ese epígrafe se agrupan básicamente dos enfermedades: la bronquitis crónica y el enfisema.

Lo que tienen en común, y por eso ambos tipos se agrupan bajo el término EPOC, es la obstrucción bronquial (los bronquios son las tuberías que llevan el aire desde el exterior hasta los pulmones). Esta obstrucción bronquial dificulta el paso del aire por las tuberías (bronquios) y ello va a condicionar en gran parte los síntomas de la enfermedad, en concreto los problemas para respirar.

Cuando lo que predomina en la enfermedad es el daño en el bronquio hablamos de EPOC tipo bronquitis crónica y cuando el daño se localiza fundamentalmente en el pulmón hablamos de enfisema. En el enfisema lo que sucede es que se forma agujeros en el pulmón y por tanto esas zonas pulmonares dejan de funcionar. Recordad que el pulmón es el órgano que se encarga del intercambio de gases: hace que el oxígeno pase a la sangre y que el gas que se produce como consecuencia del funcionamiento del organismo (CO2 -anhídrido carbónico-) sea eliminado al exterior.

Como hemos mencionado anteriormente los síntomas de esta enfermedad son tos mantenida, expectoración y dificultad para respirar. No es necesario que aparezcan los 3 síntomas simultaneamente, y cuando aparece la dificultad para respirar le enfermedad suele estar ya en fases avanzadas.

¿Por qué se produce la EPOC?

El factor causal más frecuentemente implicado en la EPOC es el tabaco. Pero no todo el mundo que fuma desarrolla la enfermedad. Aproximadamente un 20% de los fumadores son susceptibles al humo del tabaco y desarrollaran la enfermedad. Pero conviene recordar que el tabaco está relacionado con otras enfermedades respiratorias y con enfermedades cardio-vasculares o cáncer en otras localizaciones distintas al aparato respiratorio.

¿Cómo se diagnostica la EPOC?

La enfermedad se diagnostica mediante un test muy simple llamado espirometría. El hecho de que sea un test sencillo de realizar no significa que lo pueda hacer personal sanitario sin un adecuado entrenamiento y capacitación, ya que una espirometría realizada incorrectamente llevará a diagnósticos erróneos y a la realización de pruebas más complejas y costosas. Con esta prueba lo que hacemos es comprobar si el bronquio está cerrado (obstrucción), el grado de cierre (grado de obstrucción) y si este cierre es fijo o cambia (grado de reversibilidad de la obstrucción), aunque esto último está más relacionado con el asma.

¿Cómo se trata la EPOC?

El tratamiento de la enfermedad se fundamenta en primer lugar, obviamente, en eliminar la causa que la produce, en este caso el tabaco. Si no se suprime este habito la enfermedad tendrá una progresión acelerada. En segundo término estará el uso de medicamentos broncodilatadores (que intentan abrir los bronquios) y que se utilizan por vía inhalatoria. Hay dos tipos de broncodilatadores que actúan de manera diferente sobre el bronquio y cuyos efectos son complementarios y sumatorios. El que se use uno o dos broncodilatadores dependerá del grado de cierre del bronquio y de grado de ahogo que presente el paciente. Algunos pacientes con EPOC requieren medicamentos de otra familia diferente a los broncodilatadores como son los corticoides. Los corticoides se administran también por vía inhalatoria con lo cual se minimizan significativamente los efectos secundarios de estos medicamentos. No todos los pacientes con EPOC deben tomar los corticoides inhalados, sino que solo estaría indicado en aquellos pacientes cuya EPOC se comporte como un asma y en aquellos que tengan recaídas frecuentes de la enfermedad (exacerbaciones). No hay que olvidar que los hábitos de vida saludables son absolutamente obligados en la EPOC y en concreto la realización de actividad física y el control del peso.

¿Cómo se debe controlar la EPOC?

Esta enfermedad es muy frecuente en nuestro medio. Los estudios realizados presentan cifras de prevalencia del 10% de la población entre 40 y 80 años, aunque estas cifras han de ser actualizadas. Es muy importante un diagnóstico precoz (espirometría) puesto que de esta forma evitaremos serias consecuencias futuras, al frenar la progresión de la enfermedad (supresión del tabaco). Una vez diagnosticada y tratada la enfermedad, es obligado un seguimiento por parte del médico de atención primaria, la enfermería y el neumólogo. Estos deben trabajar coordinadamente y conjuntamente con el paciente para minimizar los efectos de la enfermedad y mejorar la calidad de vida.